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Las configuraciones que se ocupan de los gráficos en Rust pueden influir enormemente tanto en el rendimiento del juego como en tu experiencia de juego, especialmente durante combates importantes o cuando el mapa contiene muchos objetos grandes. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a encontrar un punto medio entre la calidad gráfica y los fotogramas por segundo.
Reducir la calidad de los objetos y las texturas mejorará el rendimiento. Por ejemplo, configurar la calidad de los objetos y del césped a bajo puede aumentar los FPS sin perder demasiada calidad visual.
Para mejorar el rendimiento, especialmente en zonas de bosque denso, cambiar a árboles de baja calidad ayuda a reducir considerablemente la carga en los recursos de tu sistema y permite detectar enemigos más fácilmente.
Esto se puede configurar en el nivel más bajo, 0, ya que esto ayudará a mejorar los FPS significativamente sin sacrificar mucho en cuanto a los visuales del juego.
Configurar el filtrado anisotrópico en 2-5 debería proporcionar una gran claridad en las texturas sin afectar realmente los FPS. Incluso puedes desactivar el mapeo de paralaje ya que consume recursos sin un motivo particular.
Puedes mejorar significativamente el rendimiento reduciendo la calidad del agua y las reflexiones, especialmente en una computadora de características medias.
SMAA puede ser el compromiso correcto de calidad versus FPS en lugar de usar TSSAA o FXAA, ya que muestra bordes más suaves con menos consumo de tu sistema.
En última instancia, todo depende de la configuración de tu computadora. Puedes comenzar a aumentar las configuraciones de texturas y efectos solo en caso de que juegues en una computadora superior al promedio. Sin embargo, para PCs bastante antiguas y promedio, debes establecer algunas opciones gráficas bajas: primero, sombras y calidad de la visualización del agua para que los FPS sean fluidos.
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